Me fui (buscando otro tiempo entre las cosas)



Ahora que me voy dejo como retrospectiva pasión esta canción que sirve para cerrar la trilogía (de la banda) del verano. Porque se acaba, los papeles emergen, exigen alegría y ascetismo intempestivo; fue Nápoles y Paris y también una vueltita por N.Y.
Hasta más ver; me voy a vivir a Oriente, con mi amada Nirvana, versión sincretismo occidental, con besos de esos que te pueden resucitar; quién sabe y pueda pensar sin pavor que algo va a estallar (frágil invencible), y que uno no estará en el peor lugar de todos.


Salgo a pasear, a caminar,
Todos llaman y me fui,
De pronto desaparecí.
Aparecí en otro lugar
Donde no vale pensar,
No vale pensar.

Coli, coli,
Jamaican coli,
Coli, coli,
Jamaican coli.

Nadé en el mar, sólo viví
Los colores del jardín
Que existen en mí.
Busqué encontrar
Lo que perdí,
Este día es para mí,
Quiero estar así.

Coli, coli,
Jamaican coli,
Coli, coli,
Jamaican coli.

Abejas



La frase con la que Las Pelotas me conquistó fue: "las moscas no tienen dueño", o algo así; después me encontré con temas como este, que me impresionan cada vez que los escucho; la estirpe tanguera, ensimismada y trágica de Sokol; el aire hippie furioso de Dafuncchio; todo eso hace un combo que embellece y hace más cercana (o irreal) a la porción de calle y sol que veo desde la ventana. Tal vez tal vez pase otro tanto del otro lado del satélite y los cableríos.

Abejas

Que casi siempre no fue nadie
Qué sé yo, pero mírame hoy
Que quiero un día transportarte a mi ser
Verás que no es así.
Abrázame que te lo pido
Abrázame que tengo frío.
Sabe que siempre he sido amigo
De guardar lo del corazón
Que casi siempre armo líos
De los que después lloraré.
Abrázame que te lo pido
Abrázame que tengo frío.
Abrázame que te lo pido
Abrázame que tengo frío.

El cazador



Un tema de Alejandro Sokol, ese inmenso y sensible cantante que conocí más profudamente este verano. Recuerdo cuando un grupo de amigos se iba hasta cualquier parte para ver a Las Pelotas y yo (que solo había escuchado superficialmente) pensaba que era poco más que el deseo de ir a la cancha de los pibes, que encontraba como excusa un resabio deslucido (más) de la aristodesgracia del rock argentino. Pero bueno, mientras haya vida habrá esperanza y escuché más y me dí cuenta de que debe ser de las pocas bandas con nombre que aún tira sangre en las canciones, que uno cree que el que canta busca y no hace (solamente) un ejercicio de lucidez musico comercial (cómo divididos?). En fin, acá va un tema que la rompe, Sokol también lo hace con su última banda, El vuelto S.A.

El cazador

Estoy harto de repetir
Estoy, cansado de soportar tanto veneno
Cuándo voy a aprender?
Que tanto anhelo me lastima.

Y voy herido en tus manos, si,
No quiero despegar dando dolor
O que pensar.
Y voy herido en tus manos, si,
No quiero despegar dando dolor
O qué pensar.

El verano va a venir
Y yo, no puedo salir al sol sin enojarme;
Y me alejo más de mí, pero,
Lo que amo siempre es imborrable
Y voy herido en tus manos, sí,
No quiero despegar dando dolor
O qué pensar
Y voy herido en tus manos, sí,
No quiero despegar dando dolor
O qué pensar.

Es tan fácil verse hoy
No te engañes como yo,
Que quise tomar por presa al cazador.

El rey de las flores de zanahoria




Cuando eras joven,
eras el rey de las flores de zanahoria,
fuiste vos el que construyó una torre temblorosa que atravezaba los árboles,
en la santa serpiente de cascabel todo eso caía alrededor de tus pies

Y tu mamá quiso clavar un tenedor justo en el hombro de papi
Y papá quiso tirar la basura por todo el suelo
Y ellos quieren descansar y aprender qué tiene cada uno de los otros cuerpos

Y esto es el cuarto,
una de la tarde, yo sé, pude amarte
y desde encima me hundi dentro de tu alma
dentro de ese secreto lugar en el que no hay uno que se anime a entrar

Ay tu madre quiere beber hasta no poder seguir hablando
Y papá quiere soñar en las diferentes maneras de morir
Cada uno un poco quiso hacer su mejor intento


1973 (Luna Park)
No puedo verme, no puedo verme
Cara de miedo.
Le digo al disfraz:
necesito verme asustado.
No puedo verme.
No hay maquillaje para quien no ve
su reflejo por ningún lado.
No puedo verme.
El chico de la guitarra gritó:
necesito volverme negro.
No puedo verme.
Su mamá llora y llama al doctor
para salvarlo del infierno.
No puedo verme, no puede verme.
Cuántos secretos en este lugar
se destrozan continuamente.
No puedo verte.
Hay un amigo llorando hasta
me decía:
no puedo verme.

El tiempo se quema



El tiempo se quema,
como una hoja blanca de papel
escrita febrilmente en rojo,
pintada con la desesperación (y la esperanza)
que habita en los desiertos que atraviezo (y desmayo)
esperando que alguien me rescate.

Pero siempre (otra vez) despertamos
con los labios quebrados,
y el sol en la garganta,
solos en la arena,
que espesa la sangre y lo traba todo.

Pero siempre (otra vez): ¡los viejos huesos!
parecen no querer resignarse a ser comida de los cuervos,
de la muerte en conformidad (de la conformidad mortífera).
Y aunque no debe haber pájaros en el desierto que imagino
puedo querer (en esta noche en este mundo)
ser un beduino
ser alguna cosa que no duela tanto
un pasaje a alguna parte donde pueda dormir mi tristeza (y mi cansancio).