Algunos dibujos ahí en el suelo



Son casi las 6 de la mañana. En poco tiempo los ojos van a pesar más que estos deseos de retener un segundo más algunas cosas de la noche. Hoy conocí a dos chicas maravillosas: una tiene 3 y medio, como bien me aclaró, mientras dibujaba un bebé con un chupete, y ya es grande, aunque no prepotente y egocéntrica, como muchos de los niños fisher price/danonino de nuestra época. El dibujo me lo regaló y yo hice también uno para ella. Era un cielo y un río, y gente bailando y tocando los tambores. Sin darme cuenta empecé, luego de hacer un sol bastante simpático, a dibujar nubes y más nubes. Ella dijo: -Se está nublando. Uy sí, contesté apesadumbrado. Igual me gusta, dijo, y disolvió el temor que crecía en mí de estar nublado (de mala manera). El dibujo que me regaló tiene al naranja y el verde como colores dominantes, yo me acordé de la canción y pensé que Renata es maravillosa (el nombre es feo feo, pero es lo menos importante). Los juguetes que tiene son como de Yellow Submarine, cosas para armar y muñecos de papel. Estuvimos con eso, después dibujamos, jugamos a la escondida, a hacer sombras chinas, hice humo con el cigarrillo; también jugamos con aros (no hay caso, no me sale mover la cintura como ella) y con una pelota grande esas que usan los kinesiólogos. Ah, me dijo que yo era feo, pero que no importaba. En un momento, cuando ya estaba cansado le pedí de sentarme un rato, a los 40 segundos me dijo: yo ya descansé, y vos?. Más tarde por fin llegó otro niño, los presenté y se dedicaron a jugar entre ellos. Aunque no pegaron tanta onda y al rato Renata se durmió.
La otra chica es más grande y en realidad ya la conocía, vive en Costa Rica, en una isla, vende ropa, hace surf y (llamativamente) no es ninguna idiota. Está por cerrar su cuenta de Facebook, aunque Mr. F. la chantajeó diciéndole que Soledad X la va a extrañar. Su sorpresa no le permitió hacerlo, aunque está cerca de aceptar que será de algun modo una excluída. Acaso estas son pavadas, pero de ver sus ojos claros y las rastas que se dibujan sobre su espalda dibujada y vestida de naranja, no dudarías en reconocer el buen colchón de imágenes que le espera a mi cansancio. En fin, me trajo hasta mi casa en un auto prestado, con poca nafta y sin papeles. Mañana se va. No hice ni un gesto que delatará mi interés. Se sabrá tan bonita cómo para suponerlo todo? En cualquier caso no me arrepiento, es de algún modo la existencia del límite lo que le da sentido a la justeza de estas imágenes.
Y hablo otra vez de chicas y este blog parece los devaneos cursis de un antihéroe del amor (como dulcemente me catalogó B.). Pero no se trata (del todo) de eso, es más bien la corroboración de que hay también algún encuentro dando vueltas por ahí, que la educación sentimental a la moda no es (tal vez) lo único que hay. Ni en los que se vienen, ni en los que se van.

No hay comentarios:

Publicar un comentario