Calamaro ya fue (y sigue siendo)



Soy de los que recibieron con alegría (y emoción) la vuelta de Calamaro con "El Cantante": la voz quebrada, ese bigote que lo acercaba a una cierta intemporalidad adulta de ruta y caja de camión. La elección de los temas, pero sobretodo el sonido de ese disco parecía traducir frágilmente el fondo de la melancolía (de la botella vacía) post corazones (y narices) destrozadas. Ese disco es del 2004, dos pares después de la publicación de El Salmón, que en esa época (2002-03) yo escuchaba obsesivamente. Una identificación juvenil que me permitia pensar que un velador (prendido) perdido a cualquier hora del día podía ser tambíen un (mi) Deep Camboya; ese rincón de la casa de Andrés en la que (según la autoleyenda) se grabó, con solo un portaestudio, la obra descarnada.
En fin, en el 2005 Calamaro tocó en Córdoba, en el Cosquín Rock, en la plaza Próspero Molina, todavía tímido y olvidadizo, con la voz bien abajo contenida por una re banda, como es la Bersuit. Y lo puedo contar como uno de los mejores recitales de mi vida. Después vendría la resurrección, los anteojos negros y la gira interminable. Salieron discos y recitales lindos, pero no sé si más que eso. Me resultó un poco desabrido sentir que había una especie de pretensión de retorno inmaculado, con aroma a análisis marketinero y acumulación desenfrenada de euros.
En cualquier caso, no quiero ver a AC hecho mierda, para nada, me gusta escucharlo y saber que hace nuevas canciones. Aunque su lengua sea ahora más filosa públicamente, extraño esas búsquedas desesperadas (audaces o frívolas, según el ojo) que dieron lugar a canciones como La ranchada de lo paraguayos, que grabó para un disco de Javi Limón y que incluyó en esa marea innecesaria que son las llamadas Obras Incompletas.

En el quinto estaba
la ranchada de los paraguayos
mezcla rara de gratas
tráfico, caño y bagayos

Clan paisanal,
cerrado convite de comida regional
algún camionero conversador
algún zarpado y gil

Buena gente de pipa
justa, sonriente y callada
aunque estén pagando mucho
siempre comparten su poco

También un viejito loco
debutando en su primera vez
por ir en busca de una heladera
que no era suya ¡que bulla!
era de su vecino Falabrino

Se la mandaron de Paraguay
mejor alegría no hay
el flaquito callado pagaba
por ensartar a un yuta
que trató a su novia de puta

El petiso gordito cocinaba
antes manejaba un camión
con carga vegetal…que tal?
no habrá ninguno igual
no habrá ninguna
no habrá ninguno igual
no habrá ninguna
que mala fortuna!

Había otros pero esos
resaltaban: eran hombres
que pagaban los que otros zafaban

Motín a los cuatro vientos
no se aguanta estar adentro
algunos están por nada

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