Lo que dejo en el camino se lo regalo a mi vecino el yogur casi vencido que lo coma hoy más de un día no le doy para pudrirse en la heladera que es de todo la primera que recibe este bajón aunque su satisfacción es algo impura no alcanza, por más que lo intente pan y mermelada no son frutas maduras igual está bien, para un cerebro inflado a una hora como esta, sé, debería estar acostado que la noche se termina y mañanas asesinas nos esperan al abrir los ojos en la cama (conmigo igual vacía) que pega un salto y sale mientras grita: hay un montón de día
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