Una carpa de circo a punto de volarse en la tormenta, incluso los pies de los niños sienten el ceder de las estacas en el barro. Los enanos siguen su número como si nada, sin entusiasmo pero con gracia, corriendo diligentes entre sillas y floreros. Solamente los dos monos que están un poco más atrás parecen mirar intranquilos las sogas que se agitan y se pierden en lo alto. A nadie se le ocurre irse, han pagado y han visto cosas peores, como para levantarse y volver a casa tan temprano.
Me gusta el nuevo diseño del blog Esteban, te felicito :)
ResponderEliminargracias por pasar!
ResponderEliminarbusque foto tuya y nada...
bien por atahualpa!
besos
Le agradecería amable Arqueólogo que me contestáse las siguientes preguntas:
ResponderEliminar1- ¿Me hablá a mí?
2-¿Le habla a Esteban?
3- ¿Es acaso usted Esteban? En caso afirmativo, daré por descontado que disfrustaste tanto como yo de la película Psicósis
4-¿Cómo una foto? ¿En dónde la buscaste?
Saludos!
buenas, aunque que no soy el interpelado, igual me parece conveniente disolver el malentendido. Creo poder asegurar que el arqueólogo, simple y sensible escritor urbano me hablaba a mí, a propósito de un comentario, tal vez un poco sugerente, que deje en su blog. Saludos vecina.
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