A vivir que son dos días...



Ahora que nos dejamos de ver (otra vez) antes de vernos,
ahora que probé tu cama por un rato y dormí con vos,
pero fue soñando que acabé en tu panza.
Acaso tengas razón, y estábamos rodeados de fantasmas...
Es una lástima, tu cama está bien, tus ojos dicen cosas que ni vos sabes,
pero no hay negociación posible, estoy tan cansado que caí con fiebre
y dormí tres días. Y despierto así, matando un poco todo,
para decir otra vez malhumorado: debe salir el sol por algún lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario